LA HIPNOSIS

Qué es la Hipnosis?. ¿Qué hay de cierto en esos espectáculos sobre hipnotismo que vemos habitualmente en la televisión?. ¿Puede ser peligrosa la Hipnosis?. Estos son algunos de los interrogantes mas comunes que envuelven este fenómeno. Porque la Hipnosis siempre ha estado envuelta entre el misterio y la incredulidad. Tratemos de esclarecer alguno de estos interrogantes. Vamos a comenzar definiendo la Hipnosis como un estado alterado y peculiar de conciencia. ¿Por qué alterado?. El ser humano posee dos estados naturales de conciencia. Cuando nos encontramos despiertos (vigilia) y cuando dormimos (onírico). Sin embargo en la Hipnosis existe un estado provocado, no natural, el cual es inducido por una serie de sugestiones que realiza el hipnólogo. Para producir la Hipnosis no se requiere ser portador de ningún poder ni don especial, simplemente el hipnólogo se basa en una serie de técnicas, por lo que el aspecto mágico o sobrenatural del fenómeno queda descartado. Tampoco es necesario vestirse de una forma estrafalaria como vemos a veces. En definitiva, cualquiera puede practicar la Hipnosis, siempre que tenga como en cualquier otra actividad profesional, los conocimientos necesarios. La Hipnosis se puede emplear dentro del ámbito de la Parapsicología, también como método terapéutico y finalmente como espectáculo. Personalmente soy un detractor de esto último, es decir de la Hipnosis teatral, ya que solo sirve para desprestigiar un fenómeno que puede ser muy útil al ser humano, tanto en el desarrollo de una serie de potencialidades latentes en él, como en solucionar o mitigar en gran medida desequilibrios de tipo psicológico. Con la Hipnosis accedemos directamente al subconsciente de la persona hipnotizada y con ello es más fácil de obtener información del porqué de muchos problemas que el individuo tiene y que a nivel consciente desconoce su causa. Recordemos que el subconsciente graba todas las experiencias de nuestra vida y según hayan sido éstas interfieren en nuestra conducta de una forma u otra. Por lo tanto, como método terapéutico tiene una gran importancia. Con la Hipnosis también es posible acceder a recuerdos prenatales e incluso a otras posibles vidas anteriores. Y digo posibles, porque existirían otras explicaciones sobre esos recuerdos que nada tienen que ver con nuestra vida actual y que para muchos son una prueba evidente de la existencia de la reencarnación. Recordarán nuestros lectores que ya hablamos de ello, en otro artículo anterior concerniente a la reencarnación La Hipnosis no es en absoluto peligrosa, si partimos de la base de que quien la practique sea un profesional con un nivel suficiente de ética y conocimientos de lo que lleva entre manos, como sucede en cualquier otra actividad en la vida. Hay que destacar que si a una persona hipnotizada le ordenamos hacer algo que vaya en contra de sus convicciones, dicha persona responderá con un cierto grado de agitación. Por lo tanto, a nadie se le puede inducir a que actúe en contra de sus principios éticos y morales. Por ejemplo, cuando vemos en la televisión que a una persona hipnotizada se le hace andar a cuatro patas o hacer cualquier otra tontería, en el fondo de esa persona, subyace un grado bastante importante de deseos de protagonismo y de llamar la atención. Se reconocen tres niveles dentro de la hipnosis. Al primer grado o ligero, prácticamente todo el mundo puede llegar, si exceptuamos a quienes posean una deficiencia mental importante, que les impida concentrarse en las inducciones del operador. El segundo nivel correspondería a un estado en el que el hipnotizado empieza a obedecer las sugestiones que se le dan. Sugestiones como pesadez en uno de los brazos, sentir calor en las manos, etc. Al último grado o más profundo, solo pueden acceder entre un veinte o treinta por ciento de individuos, aunque el porcentaje aumenta considerablemente si la persona va adquiriendo confianza con el hipnólogo y aprendiendo a concentrarse. Tampoco se puede hipnotizar a niños muy pequeños ya que no poseen prácticamente poder de concentración. A nivel terapéutico, pensamos que la Hipnosis es de una enorme utilidad en el tratamiento de muchos desequilibrios de tipo psicológico, como fobias, depresiones, ansiedad, tics nerviosos, insomnio y un largo etc. A esta aplicación se le conoce como Hipnoterapia. No es una terapia que cure a nadie tocándole con un dedo su frente y desapareciendo por arte de magia todos sus problemas. No, no va por ahí la cosa, como aparentemente sucede en los shows televisivos.
La Hipnosis terapéutica nos ayuda a penetrar en lo más profundo y recóndito del ser humano. Allí, donde nuestra mente consciente tiene prohibido el paso. A esos recuerdos bloqueados de nuestra mas temprana infancia, que tanto nos condicionaron. A esas impresiones que en estado de gestación nos marcaron para siempre. Y tal vez, vamos de momento a dejarlo en la duda, a sensaciones arrastradas de una vida anterior. Pero en definitiva, en lo que sí nos va a servir la Hipnosis, es para ahondar e investigar, en los demasiados todavía hoy, misterios que ocultan la mente y el alma humanas.
EL COMIENZO DE LA HIPNOSIS
Aunque ya existen precedentes históricos del uso de técnicas similares a la hipnosis empleada por los egipcios en los llamados Templos del Sueño, no sería hasta mediados del siglo XVIII cuando se inicia el primer estudio sistemático de lo que suponía un estado psico-fisiológico especial que más tarde se conocería con el término de hipnosis. Franz Anton Mesmer, (1.734-1.815) doctorado en Medicina y Filosofía a sus 35 años en Viena, escribió su tesis doctoral titulada "De planetarium Inlfuxu", influenciada por las teorías de Paracelso sobre la interelación entre los cuerpos celestes y el ser humano. Mesmer formuló la famosa Teoría del Magnetismo Animal que nos venía a decir que todo ser vivo irradia un tipo de energía similar o parecido al magnetismo físico de otros cuerpos y que puede transmitirse de unos seres a otros, llegando a tener una aplicación terapéutica. El médico austríaco se instaló en París y con el paso del tiempo, fue tan grande su influencia y tan extendida su fama, que se convirtió en el médico tanto de los pobres y desheredados como de los ricos y poderosos, incluso del mismísimo rey de Francia. El asunto llegaría hasta la Academia de Medicina de Francia, que determinó que no existía ningún tipo de influencia o energía magnética en las curaciones mesméricas. ¿Qué era lo que realmente producía la curación?
Serían los discípulos de Mesmer y posteriores investigadores quienes determinarían que las "milagrosas" curaciones en los trances hipnóticos, llamados sueños magnéticos o mesmerismo hasta aquel entonces, se producían por una condición llamada sugestión. Un cirujano escocés llamado James Braid (1.795-1.860) fue el primero en acuñar el término hipnosis enunciando una de las formas que lo explicaban: "la fijación sostenida de la mirada, paraliza los centros nerviosos de los ojos y sus dependencias que alterando el equilibrio del sistema nervioso, produce el fenómeno"
FREUD Y LA HIPNOSISS
igmund Freud, en su condición de médico investigó la hipnosis en profundidad, siendo discípulo de las famosas escuelas de La Salpetriere con el Dr. Charcot y de la Escuela de Nancy, con el Dr. Bernheim. Al principio Freud utilizó la hipnosis para el tratamiento de la neurosis, pero posteriormente, confesándose un mal hipnotizador, lo abandonó entregándose a formular su teoría del Psicoanálisis.

 

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