Marte: los científicos de la misión Phoenix recuperan la sonrisa

Los científicos estadounidenses de la misión Phoenix recuperaron la sonrisa luego de que un instrumento de la sonda finalmente recolectó el miércoles la primera muestra de suelo marciano para comenzar los análisis en busca de agua y componentes orgánicos.
La pala del brazo articulado de Phoenix, que se posó el 25 de mayo en el Artico hasta ahora inexplorado del planeta rojo, había depositado al final de la semana pasada su primera muestra de suelo marciano en la entrada de uno de los instrumentos.
Pero la muestra, demasiado granulosa, no podía ingresar en la cámara de uno de los ocho micro-hornos denominados TEGA ("Thermal and Evolved Gas Analyzer") que pueden calentar los materiales hasta mil grados Celsius.
"Tras accionar por séptima y última vez el vibrador para hacer caer partículas a través del tamiz de la entrada de TEGA, nos sorprendió recibir datos indicando que el horno estaba lleno", explicó el miércoles, visiblemente aliviado, William Boynton, uno de los investigadores de la misión.
"Accionamos el vibrador varias veces por día cruzando los dedos" para que cayera suficiente suelo en TEGA, explicó en una conferencia de prensa.
Este horno puede ser utilizado solo una vez, pero Phoenix cuenta con ocho.
"El problema está superado y mañana, o pasado mañana, tenemos la esperanza de poder cerrar el horno y comenzar los análisis", afirmó.
Este proceso "tomará aproximadamente cinco días; los primeros cuatro la temperatura será incrementada progresivamente (...), de forma de identificar el agua y los diferentes minerales presentes", explicó el científico.
Al descomponerse por efecto del calor, los minerales liberan el agua y el dióxido de carbono (CO2) con los cuales interactuaron químicamente en el pasado, explicó.
Peter Smith, responsable científico de la misión Phoenix, de la Universidad de Arizona (sudoeste), dijo que el suelo marciano parecía "particularmente interesante y muy poco común".
Este suelo está formado por una fina corteza en la superficie que recubre un material de apariencia arenosa. Pero este suelo también tiene tendencia a aglomerarse y pegarse. Porciones de la muestra depositada en la entrada de TEGA se adherían fuertemente en la superficie metálica lisa, pese a una pendiente de 45 grados, dijo Smith.
Este material está aparentemente dotado de propiedades químicas o electromagnéticas particulares que lo vuelven muy diferente de lo que se ha encontrado hasta ahora en Marte, añadió.
"Por eso nos interesa mucho escrutar una muestra con el microscopio de Phoenix", subrayó este astrofísico.
"El microscopio nos permitirá observar la existencia (de eventuales) propiedades magnéticas y examinar el tamaño de las partículas y su distribución en ese suelo, así como su composición gracias a los diferentes colores", destacó.
Según Peter Smith, las primeras imágenes del microscopio deberían llegar a la Tierra el jueves. Los comandos fueron transmitidos el miércoles al instrumento, precisó. Son necesarios 15 minutos a una señal de radio que viaja a la velocidad de la luz para recorrer los 276 millones de kilómetros que separan Marte de la Tierra.
Los científicos confían en que la sonda encontrará agua congelada bajo la superficie, en una segunda etapa de la exploración.

 

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