La Gran Muralla China


la Gran Muralla, todo es calma interior, todo es paz, mientras a tu alrededor gira un mundo acelerado; mientras a tu alrededor cientos de turistas peregrinan para admirar esta gran maravilla. Allí, sobre aquel lugar milenario; siglos de cultura; siglos de filosofía, de luchas, de creencias… el yin y el yang unidos en 7.300 kms. de piedras e historia china…. y cuenta la Historia, que allá por el año 221 a.C., el primer emperador Quin Shihuang unió a los Reinos Combatientes en un solo imperio. Con el fin de defender a su recién creado imperio de los ataques exteriores, unió distintas porciones de la muralla, utilizando para ello mano de obra campesina, y gastando ingentes fortunas en su edificación. Quin Shihuang pasó a la historia como el primer tirano y dictador de la China, y aún así, hoy día, en China, se le admira casi como a un dios. Fue quien reformó la escritura, quien instauró nuevas formas de gobierno, quien fijó los sistemas de monedas y creó la primera red de canales para regadíos. Gracias a él, se deben bastantes monumentos y palacios por toda la China, e incluso, para su protección, fue enterrado en la provincia china de Xian un soberbio ejército de soldados de terracota….pero tras la caída de la Dinastía Qing, la Gran Muralla fue abandonada… Tuvo que ser la Dinastía Ming la que , entre los siglos XIV y XVII hiciera la última restauración de la Muralla, aun cuando al día de hoy sólo se conserva un 30% de ella.
para llegar, desde Pekín, la zona más cercana es la de Badaling, a la que se puede ir en autobús o coche. Esta sección, junto a la de Simatai y la de Mutianyu, son las mejor conservadas. Sobre todo en la segunda, Simatai, obtendremos las mejores vistas de toda la muralla. Allí, en el horizonte, veremos perderse la Gran Muralla, subiendo crestas de montañas, bajando a valles, pasando sobre ríos, para difuminarse y perderse entre sus abanicos de colores que conforman la calidez de su cielo y el verdor de sus campos: más de siete mil kilómetros que te llevarán desde la costa del Mar Amarillo hasta el paso de Jiayuquan, en el desierto de Gobi, atravesando 135 torres de vigilancia en una aventura que no sólo te hará recorrer los paisajes chinos tan bucólicos, sino que te transportarán a tiempos de guerras, de sangre, y de fatigas….. Tres son los pasos de esta Muralla hecha de arcilla y arena y recubierta de ladrillo cocido o granito: el de Shanghai, el Juyong, y el Niángzi.
… y pasarán los siglos, y la Gran Muralla China permanecerá, majestuosa, sobria, serena, mientras a sus pies, el Mundo se le queda pequeño….

 

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