EL POBLAMIENTO DE AMÉRICA DEL SUR

Los cazadores nómades de origen mongoloide, llamados “paleoindios”, habrían ingresado a Sudamérica hace unos 8000 años a.C. Sin embargo, recientes descubrimientos arqueológicos como los de Pedra Furada de Brasil (11 000 a.C.) y Monteverde de Chile (13 000 a.C.), sugieren que este subcontinente no estaba despoblado. Los cazadores de origen melanésico y australiano se les habrían adelantado, estos deben ser llamados “paleoamericanos”, según Tom Dillehay.La versión tradicional planteaba que América del Sur fue poblada inicialmente por cazadores mongoloides provenientes del norte del continente unos 13 000 años a.C. ingresando por el tapón del Darién, al norte de Colombia. Aunque no se descartaba la llegada de melanésicos y australianos se la consideraba muy tardía, no más de 6 000 años a.C.El estudio de los esqueletos descubiertos en Pedra Furada de Brasil (11 000 a.C.) demostró que sus cráneos no tienen rasgos mongoloides o paleoindios, sino de negroides, posiblemente melanésicos. Los restos arqueológicos de Monteverde de Chile (13 000 a.C.) sugieren el ingreso de cazadores oceánicos (posiblemente procedentes de Australia) por el extremo sur del continente americano. Los restos líticos y esqueletos humanos más antiguos de Sudamérica están claramente asociados a los melanésicos y australianos que habrían cruzado el Oceánico Pacífico, siendo los primeros pobladores de Sudamérica.Sin embargo, hacia los 8000 años a.C. habrían ingresado los cazadores mongoloides provenientes del norte y extinguido a los paloamericanos, de origen oceánico, merced a sus mejores armas e instrumentos líticos. Los mongoloides se convirtieron en los nuevos amos de este subcontinente. También es factible que se haya dado un mestizaje entre ambas razas dando origen a grupos como los patagones y fueguinos que poseen características antroposomáticas de ambas razas.El mundo científico aguarda las investigaciones en los estratos más profundos de Monteverde de Chile, donde habrían evidencias de presencia humana de unos 30 mil años a.n.e. Mientras tanto, sobre el origen del hombre americano, los especialistas siguen teniendo más preguntas que respuestas.Al respecto, el arqueólogo Duccio Bonavia sintetiza el estado de la cuestión: ”En América del Sur se nos presenta prácticamente el mismo problema que hemos contemplado para Norteamérica y Canadá. Nos referimos a la existencia de algunas dataciones relativamente antiguas para determinados yacimientos, tal es el caso de Monte Verde en Chile y Pedra Furada en el Noreste brasileño, con fechas superiores a los 30 000 años. Aunque el contexto arqueológico es más seguro que en los yacimientos más tempranos de Norteamérica, los materiales están aún en fase de estudio y no se puede decir la última palabra. Pero de todos modos existiría siempre una concordancia y una lógica en la información arqueológica y no se plantean, hasta el momento, graves contradicciones. Sin embargo la gran mayoría de sitios han dado fechas que caen dentro de los mismos rangos de variaciones. Oscilan entre 8 000 y 12 000 años a.C. y corresponden a estaciones arqueológicas que se extienden prácticamente a toda el área pacífica, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego. Mientras que en la vertiente atlántica hay un vacío en la cuenca amazónica, hay fechas que coinciden en antigüedad en el Sur-este de Brasil, en el Uruguay y a lo largo del territorio argentino.” (BONAVIA, Duccio. Perú: Hombre e Historia, Tomo I, pp.

 

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