El papa Benedicto XVI comienza su visita a Australia

El papa Benedicto XVI llegó a Sidney el domingo, para participar en una de las mayores celebraciones católicas en el mundo, las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), comenzando una visita durante la cual pedirá excusas por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Australia.
El líder espiritual de los católicos fue recibido por el primer ministro Kevin Rudd y el arzobispo de Sidney, George Pell, al comenzar su visita de nueve días, la primera desde que fue nombrado Papa, en 2005.
El sumo pontífice se encuentra en Australia para asistir a las JMJ, una celebración de la fe católica destinada a atraer a jóvenes que los organizadores esperan congregará a más de 100.000 peregrinos extranjeros a la ciudad, y atraerá multitudes de unas 500.000 personas a las festividades.
Sin embargo, su visita se produce mientras la cuestión de los abusos sexuales cometidos por clérigos ocupa los titulares de la prensa de Australia, donde un caso revelado recientemente crea preocupación sobre la capacidad de la Iglesia católica para resolver el problema.
Benedicto XVI, quien durante su viaje a Estados Unidos en abril pidió excusas por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y dio el inesperado paso de reunirse con sus víctimas, afirmó que tratará esta cuestión en Australia.
El sumo pontífice, de 81 años, dijo a los periodistas que lo acompañaron durante su viaje de 20 horas a Australia que examinará la forma en que la Iglesia católica puede "prevenir, curar y reconciliar" los crímenes cometidos por el clero en el pasado.
El Papa pasará sus primeros tres días en Sidney en privado, en un centro de retiro católico.
Será recibido oficialmente el jueves en Sidney, donde llegará en barco al puerto para ser recibido por una multitud que ha sido estimada en unas 500.000 personas.
Las JMJ son una de las mayores celebraciones de la Iglesia católica, y en anteriores oportunidades han congregado a más de dos millones de peregrinos.
Los organizadores dijeron que unos 100.000 peregrinos procedentes del extranjero ya llegaron a Sidney, y están entre los 215.000 católicos de Australia y otros países que se registraron para las actividades, que culminarán el 20 de julio con una misa al aire libre celebrada por Benedicto XVI en el hipódromo de Randwick.
Al ser interrogado antes de aterrizar en Sidney, el sumo pontífice afirmó que los principales mensajes de su visita incluirán un énfasis en la preocupación sobre el medio ambiente y "nuestra responsabilidad hacia la creación".
En lo que respecta a realizar una gran festividad religiosa en un país que es mayoritariamente secular, el Papa dijo que Australia forma parte del mundo occidental, y como tal comparte sus éxitos y sus problemas.
Benedicto XVI sostuvo que hay una crisis religiosa en Europa, donde a veces la posición es que "no necesitamos a Dios para ser feliz, no necesitamos a Dios para crear un mundo mejor. Dios no es necesario".
El Papa afirmó que no es así en Estados Unidos y Australia.
"Por otra parte, Dios está en el corazón de los seres humanos y jamás desaparecerá", insistió.
Militantes homosexuales y otros realizarán manifestaciones de protesta contra la posición del Papa respecto a la homosexualidad y la contracepción durante su visita. Las atribuciones policiales para arrestar a gente que moleste a los peregrinos han encolerizado a los defensores de las libertades civiles.
fuente: MSN.com

 

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